sábado, 30 de abril de 2016

2016 04 30 Territorio Mandinga 2.

Los rojos.



Después de comer y refrescar en Tiermes César, para ver a los "rojos", nos da el paseillo.
Vamos atentos a la carretera,
 la fosa, puede aparecer en cualquier punto de esta,
en una curva,

o en cualquier cuneta.
De repente todo da un giro, se acabó el asfalto,
no hay carretera.
Vamos haciendo pisting,
cruzamos con unos todo terrenos y al final llegó el despisting.
Algo asoma entre los árboles,
es Santibañez de Ayllón, estuve ahí yo.
Cruzamos el Aguisejo, aparcamos en la plaza y como no hay bar,  nos vamos a refrescar a la sombra.

Recorriendo las calles nos encontramos
con el paisano este subido al tejado.
Buscando una escalera, para que pueda bajar de ahí arriba vamos entretenidos fijándonos
en las fachadas, puertas y ventanas
de las casas.


Encontramos senda para ir por lo alto.

La iglesia dedicada a San Juan Bautista, se halla en la parte alta, es barroca y rompe un poco con las manifestaciones de estilo románico de casi todos los pueblos de la comarca.
El templo combina elementos de los siglos XVI, XVII y XVIII,
de la que destaca la torre.
Dice que hay buenas vistas, que subió a limpiar
y le quitaron la escalera, que bromistas.

Su portada renacentista está recargada de elementos decorativos. La obra fue trazada y realizada por el maestro arquitecto José Palacios San Martín, natural de la Villa de Noja. Las obras se terminaron en 1738.
En el frontón hay un Dios Padre bendiciendo y debajo la escena de la Anunciación,
Aquí está diciéndole a César, como se puede ver en sus manos, si los metes por mas pistas de tierra te cortan las bolas, 
encima dos tíos chungos.
Unos detalles mas de la decoración.

Hay otra inscripción que no pongo por si vienen los memos históricos, que cruz.


En la torre hay una inscripción en la que se lee, 
" Esta obra se hizo siendo cura de esta parroquia Don Miguel Manzanares i se ultimó año de MDCCXLVI".

Visto lo visto bajamos hacia las motos,
viendo detalles
 de lo arreglado
y lo roto.

Entre los gestos del mundo 
recibí el que me dan las puertas. 
En la luz yo las he visto 
o selladas o entreabiertas
y volviendo sus espaldas 
del color de la vulpeja. 
¿Por qué fue que las hicimos 
para ser sus prisioneras?
Gabriela Mistral.

Ya podíamos buscar la escalera ya, pues nada majo en la torre te quedas, nos vamos raudos que nos quieren llenar las maletas de patatas.
Seguimos la ruta que marca el Gypiese, había caminos para elegir a la izquierda,
pero eligió asfalto, y es que hay jeroglíficos en las paredes que se entienden bien. 
Llegamos a un cruce y nos metimos a la Madriguera.
Una vez aparcados le pregunto a César, por donde andan los rojos, y ya el me explica de que va, que susto.
Madriguera, es quizás, uno de los pueblos más conocidos de la ruta de los “Pueblos rojos”, fue el primero de ellos en tener restauraciones cosmopolitas. 
Y se nota tanto en la abundancia como en el acabado de la mayoría de las construcciones. 
En los pueblos rojos se utilizaban piedras ferruginosas, que aportan a sus construcciones el tono rojizo de los óxidos de hierro. 
El tono rojo de los pueblos se refuerza con el empleo de teja de barro en las cubiertas.
La presencia de hierro no pasó desapercibida las explotaciones eran modestas y servían para aprovisionar a algunas ferrerías próximas.

En tiempos pasados Madriguera contaba con ferrerías destinadas a la obtención de hierro.




 El bar del pueblo.
Otro bar.
Ventanas,

puertas,





cerraduras



y Rejas

 no impiden el paso a la parca que, guadaña en mano, siempre recoge la cosecha.

Toc toc.



Uno de mis paseos favoritos,
junto a las casas, es decir la senda
que al Cementerio lleva, reverenda,
el más cercano, acaso, entre sus hitos.
Pinchan los cardos secos y marchitos;
liba en la flor, la abeja, su “merienda”;
el frío amorató la blanca ofrenda
del almendro, en sus pétalos contritos.
De los muertos, tan cerca estoy sentado,
que oírlos respirar casi presiento;
cuenta, entonces me doy, que ha caminado
la tarde aprisa; levantarme intento
por miedo, allí, a quedar petrificado,
y llego a casa, pensativo y lento.

Llegamos a la Iglesia de San Pedro Apóstol. parece tratarse de una construcción del siglo XVIII sobre un origen anterior.
Soneto
Madriguera de curas sin sotana
paseando sus ínfulas de sabios
petulantes que ladran los resabios
de antiguas leyes y doctrinas vanas.

Sobre la ciencia y la verdad profana
vomitan impotentes sus agravios,
porque nunca dirán sus viles labios
más que dogmas y prédicas malsanas.
Mas, en cuanto penetre luz de idea
y descubra esa turba farisea
en las rancias morales que respira,
la jornada triunfal no estará lejos
pues rodeará la creación de Trejo
con todo su armatoste de mentira.
Juan Filloy.
Paseamos por lo viejo,
lo descuidado
y lo cuidado.
Los rojos y la Constitución, los rojos tienen iglesias y rejones,
también tienen prohibiciones.





De laberintos y madrigueras
Entre mártires y flores
en escenas de colores
de rayados pensamientos gratos
entre ideas y complicaciones
busco el encuentro del retiro.
Desde las sombras secas
como aves en las rejas
como cantos y martirios,
así de brinco en brinco
entre colillas de cigarros
quizás como perro sato
en la hamaca a descansar,
en un enredo similar
oír maullando a los gatos.
Son caprichos de ratos
que van con las olas del mar
y se trepan en el altar
de la boda moribunda
ahí se enreda en la tumba
de esta madriguera sin sal.
Así me siento de andar
y le doy vueltas al mundo
señores este es mi asunto
de laberintos y madrigueras.
Mi mente no está en ceguera
así que me siento en la cama
mientras camino acostado
todos los días más enredado
por este, mi celibato.
A. J. Acevedo
Salimos de la Madriguera descafeinados, que no encontramos bar,
y desde su iglesia subimos a lo mas alto

El Santuario de Nuestra Señora de Hontanares que es uno de los centros espirituales de la vertiente segoviana de la Sierra de Ayllón. Aunque su obra es del siglo XVII, su construcción se hizo siguiendo el estilo gótico postmedieval, del que quizás es su exponente mas tardío.

Está levantado cerca de donde debió estar la desaparecida aldea de Fontanar. Cuenta la tradición que la Virgen se apareció a un pastor que asombrado corrió al pueblo a comunicar la noticia. Acudieron los vecinos al lugar y hallaron la imagen de la Virgen todavía iluminada por un candil de aceite que dejaron encendido quienes la ocultaron cuando llegaron los moros.

Entonces construyeron una ermita y una vivienda para el santero que fueron sustituidos por el edificio actual.
El retablo mayor, donde se sitúa la imágen de la Virgen de Hontanares, es de estilo barroco y se finalizó en 1625.
Hay una inscripción en la que se puede leer:  "Esta capilla se hizo a honra y gloria de Dios Nuestro Señor y su bendita madre Nª Señora de Hontanares siendo cura y beneficiario Andrés González. Año de 1606º".

La Asunción obra realizada por Francisco Hernanz.

Las obras comenzaron en 1603, dirigidas por Hernando de Palacios.

Vista de Alquité desde el Santuario.
Subimos al Mirador de Piedrasllanas, creado en 1975, que se encuentra a una altura de 1.440 metros, presidiendo la llanura segoviana. Desde donde se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas, desde aquí se divisan los límites con cuatro provincias.
Montejo de la Vega de la Serrezuela, frontera con Burgos.
El pico de Grado, frontera con Guadalajara.
Somosierra, frontera con Madrid.
Y en días extremadamente claros, el Sistema Ibérico (Moncayo), en la provincia de Soria.




Saludos.

4 comentarios:

  1. Menudo día que nos regaló César. No se puede hacer más en un día. Ale que ya te queda menos para terminar de contarnos el viaje.
    Abrazotes.

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    1. Queda un fascículo coleccionable de este día que está en el horno y el retorno, no estuvo mal para ocupar el día no. Saludos.

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  2. Anonadas con el relato OTRA VEZ
    mira a ver si nos vas llevando a la cama que llevamos mucho por ahí
    Abarazos

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    1. Si llevamos mucho por ahí es culpa del gipiese del road killer y da gracias que no me enrollo, faltan muchas cosas por contar pero hay que ahorrar tinta. Mañana te acuesto y te doy toc toc en la puerta, deja abierto. Saludos.

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