viernes, 23 de marzo de 2018

2018 03 23 Foz y Alfoz.

Tarde de Aguas.


Hoy vamos a beber de fuentes claras a la Basílica de San Martín de Mondoñedo.
La fachada principal, con la torre al sur. La zona superior ha sido reconstruida en el siglo XIX.
La portada, ligeramente avanzada, tiene un dintel pentagonal
que tiene en el centro un círculo con un crismón.


En la parte central y superior, hay labrado un círculo con cuatro lóbulos que encierra un Agnus Dei del siglo XII.


En el muro sur se levanta la torre a la que se le ha tapiado su puerta. Hacia la cabecera se le adosaron la sacristía y otras dependencias. En su alero hay treinta y siete canecillos, y algunos repiten los motivos del lado norte.
Está cerrada abren a las 16.


El templo se encuentra en el centro de la acrópolis de un castro, del que se conserva el parapeto y foso que le rodeaba, y que ahora sirve de calle del pueblo.

La cabecera, tiene tres ábsides el central mayor que los laterales, tienen canecillos, muy erosionados, se ornamentan con cabezas de toro, humanas y mamífero.
Los contrafuertes fueron levantados, durante las restauraciones del siglo XIX.

El origen de la diócesis se atribuye al rey suevo Teodomiro en la segunda mitad del siglo VI. 
La fundación la realizó un concilio celebrado en Lugo el año 569. Según Pierre David, la invasión de Gran Bretaña por los anglosajones en el siglo V desencadenó una persecución que obligó a numerosos habitantes de las islas a huir al continente. 
Un grupo de cristianos, encabezados por su obispo, buscó refugió en la costa de Lugo, donde se establecen y organizan una sede episcopal, que más tarde alcanzó demarcación territorial.

Aunque la mayoría de las opiniones sobre el edificio prerrománico, así como sus restos, apuntan a una obra de tradición asturiana en la que se introdujeron elementos del arte de repoblación. 
El comienzo de la iglesia se produciría, pues, en el siglo XI quizá en los inicios del episcopado de don Gonzalo, hacia 1075. 
Un epígrafe relativo al obispo Gonzalo en la bóveda del brazo norte del crucero sirve para fijar su conclusión en los primeros años del siglo XII.






Suele atribuirse a una construcción anterior al románico parte del muro norte, en el hay cantidad de canecillos con gran variedad temática de contenido moralizante.
La lujuria, una pareja desnuda y abrazada pim pam.
Fiera devorando a un hombre.
Emoticono asombro.
Personaje sentado con las piernas cruzadas y cabeza coronada.
Un hombre sentado, caganet.
Un espinario.
Un músico tocando una fídula.
Unas fieras,
amansadas por el músico.
El coco.
Un panzón, posible alusión a la gula, o currito portando una piedra.
Hombre pensando, de ahí el esfuerzo.
Cabezón.
Una cabeza de toro.
Un águila con un pez.

Escudo de armas.
Po......¡ejem!.
Perrilla motera.
Pacientemente abiertos al mar y a la sonrisa,
dulces y malheridos sus brazos voladores,
estos Cristos gallegos olorosos a brisa
hacen pensar que un día las piedras fueron flores.

Afables y corteses peregrinos sin prisa,
la lluvia, en verde musgo, toda vuelta en amores,
les ha puesto una barba muy leve, la precisa
para que los pequeños los tengan por señores.
Los niños y los pájaros alegran su existencia,
y así, siempre transidos de su propia inocencia,
dando para cualquiera su nombre y su alianza,
esperan a que un día, ya desnudos y bellos,
seamos en su reino de piedra y esperanza,
en gloria y en sonrisa, tal y como son ellos.
Jose Luis Prado Nogueira.



Cabazos.


El Campo Santo. 

Fuente de la zapata, aquí el Santo arrojo la zapatilla y brotó el agua, igual que mi madre, cuando soltaba la zapatilla brotaban las lágrimas.
Se le atribuyen propiedades milagrosas.

Decidimos no esperar a la apertura ya que conocemos el interior.
Y aunque estaba lloviendo decidimos hacer el camino,
que las pequeñas gotas nos resbalan,
hasta la cascada del Escouridal en el río Guilfonso, de 80 metros de caída, es la mas alta de Galicia.
Divide los ayuntamientos de Alfoz y O Valadouro.
La cascada está en la sierra de O Xistral, esta sierra es una barrera para los frentes oceánicos lo que provoca una elevada pluviosidad.
El que quiera peces...
LLUVIA
Sosegada, sin prisas, lentamente
cae una lluvia, émula del llanto,
y la monotonía de su canto
llena de viejas páginas mi mente.
Agua que mana de perdida fuente
cuyas gotas me prestan el encanto
de los momentos que aún añoro tanto
y en mis sueños están constantemente.
Cortina de cristal que va cubriendo
las etapas que el viento le ha trazado
y sigue a su capricho recorriendo.
Siento, de pronto, el corazón cansado
en tanto que la lluvia va cayendo
de un cielo gris de nubes tapizado.
Carmen Alcalde Carbajo.



Aún con lluvia anduvimos el camino,
como único sonido, el tronar de la cascada,
el relajante de la lluvia y el trino de las aves
y disfrutamos de las vistas.
SONETO
Como agua cristalina de la fuente
son a veces de puras mis pasiones,
y otras veces mis turbias emociones
semejan la locura del torrente.
Cuando el mar es tranquilo y transparente
se parece a mis suaves sensaciones,
cuando desborda su agua en contorsiones,
remeda el desbocar de mi corriente.
Mi alma que es llorosa, se transforma;
también es visitada por el llanto;
como el agua, es cambiante a cada forma;
pero, dulce o tenaz, se oye su canto
que en murmullos de ola, se conforma
a mareas de amor o de quebranto.
Guadalupe Amor
Deshicimos el camino,
no se enreda la madeja,
a cambio de lo que la naturaleza nos brinda, dejamos nuestras risas y buenas vibraciones.
Volvimos con mucho viento, ideal para secar la ropa
y seguimos disfrutando con Dana en la playa.

Tarde de aguas viajamos lento y cargados, vamos vaciando la saca de males y recogiendo torrentes de sensaciones nuevas con que llenarla.

NaClU2.

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