Te atrapa y te pega leche
San Isidro de Dueñas es conocido como "La Trapa"
El Monasterio de San Isidro de Dueñas, fue durante la Edad Media uno de los cenobios más importantes de toda la península.
En época visigótica fué un monasterio dúplice, las monjas en el Castrum Domnas bajo la titularidad de San Martín de Tours, y los monjes en San Juan de Baños. Debido a la incursion musulmana en el año 845 las monjas y su abadesa Esmaragada perecieron.
Alfonso III el Magno en el siglo IX restauró el monasterio y lo cedió a los monjes que procedían de Córdoba huyendo de la dominación musulmana. Es probable que se deba a las Domnas la llegada de las reliquias de San Isidoro de Quíos. La devoción por este Santo provocó el cambio de titularidad del monasterio de San Martín de Tours a San Isidoro o Isidro de Dueñas.
San Isidro estuvo bajo la tutela de la orden de Cluny y apoyado por los monarcas castellanos. En 1478, el Monasterio de San Isidro, se vincula a la orden de San Benito el Real de Valladolid, e inicia un nuevo período de esplendor frenado por la invasión francesa y posteriormente por la desamortización de Mendizábal.
En 1604, un incendio arrasó prácticamente el convento y su reconstrucción posterior es la que permanece actualmente.
En la Guerra de la Independencia fue cuartel general de las tropas francesas.
Los actuales monjes son Cistercienses de La Trapa, de origen francés, asentados en el Monasterio desde 1891.
Estos monjes en 1891 inauguran la primera fábrica de chocolate. En 1960 la comunidad cisterciense vende la fábrica con todas sus antiguas fórmulas de elaboración. Cuatro años más tarde se constituiría la sociedad Trapa, que posteriormente fué adquirida por Rumasa.
Pasamos del "que te pego leche" al “que te atrapo, leche”.
Iglesia Abacial románica, del siglo XI.
La fachada es probable que se construyera con los restos del Castrum defensivo donde habitaban las monjas o Domnas.
Crucero a la vera de la iglesia.
Capiteles de la entrada al templo.
Entramos
EL CONVENTO
Le llaman de la Trapa... Monasterio
de continente grave y armonioso.
Arca de piedra gris, donde el hermoso
sueño del monje en dulce cautiverio,
rima amor con amor en el misterio
de la capilla, en rezo fervoroso,
a un paso del conjunto silencioso
de la paz de su breve cementerio...
¡La Salve en San Isidro!... ¡Monjes blancos!...
¡Cuántas veces Rogelio, entre los bancos
de la entrada, la oyó de nuestras voces!...
¡Y cuántas escucho, en vuestro trabajo,
cara a la tierra, en ideal destajo,
la rítmica canción de vuestras hoces!...
Andrés Quintanilla Buey
Nos ponemos las pilas y salimos.
San Rafael Arnaiz Barón nació el 9 de abril de 1911 en Burgos, se traslada con su familia a Oviedo donde continúa sus estudios medios, matriculándose al terminarlos en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid.
Ingresa el 16 de enero de 1934 en el Monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas atraído por la vida monástica.
Afectado por la diabetes sacarina, la enfermedad le obliga a abandonar por tres veces el monasterio, donde otras tantas volvió.
El 26 de abril de 1938 con 27 años devolvió su aliento al Señor, siendo sepultado en el cementerio del monasterio. Pronto su fama de santidad corre tras los muros del monasterio, y SS. Juan Pablo II le propone como modelo para los jóvenes en Santiago de Compostela con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud. Es proclamado Beato el 27 de Septiembre de 1992 y canonizado por Benedicto XVI el 11 de Octubre de 2009.
¡Cuánto gozaba mi alma viendo
la inmensidad de Dios reflejada
en lo profundo de los valles y en
las escarpadas cimas
de las sierras y los montes!...
¡Cuántos ratos me tengo pasados
viendo los mares de niebla, y
escuchando el silencio
solemne de una
naturaleza donde pocas
veces llega el hombre!
S. Rafael
LA SALVE EN DUEÑAS
Tierra de Campos, estelada en oro:
reguero de la tarde que declina...
Entona su viril Salve Regina,
de silentes Trapenses, grave coro.
Cóncavas voces, en raudal sonoro
retrenzan la plegaria sabatina
con fervor de rapsodia en que culmina
desborde del mutismo, en canto y lloro.
Monje provecto, o juvenil Hermano,
sostienen sendos lirios en la mano.
Y al halo de claror su hábito albea;
contra fondo oscilante de penumbra
cada rostro monástico clarea,
y óvalos vivos de retablo alumbra
el latir de la luz que temblotea.
Luis Gabriel Portillo
Silencio en los labios,
cantares en el corazón.
Alma que vive de amores
de sueños y de esperanzas,
alma que vive en Dios.
Alma que mira a lo lejos,
lejos... muy lejos del mundo,
pasando la vida en silencio,
cantando en el corazón,
Una Trapa... Un monasterio...
¡hombres! ¡Solo Dios y yo!.
San Rafael
“Tómate un trapa, Isabel, y que no entere Miguel”
"Que te pego leche, que te pego.....ladrón"
NaClU2
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido a este blog, gracias por sus comentarios NaClU2.