A la Isla hasta Las tres.
Salimos a dar una vuelta a la Isla hasta Las tres, a ver la playa y ventilar un poco. Ya se acaba tanto cava, demasiada burbuja tantos días enbotellados, comidas, cenas, empachados ya, de tantos buenos deseos de agenda en tan pocos días, para luego pasar tantos de sequía. Comienza el año igual que terminó y aún quedan los Reyes como no me traigan lo que les pedí me hago republicano.
Aparcamos la motona en la playa y comenzamos la búsqueda.
En un pequeño cerro al pie de la playa, brota borbollando la fuente Cambroña. Debajo de su cristal, en un palacio labrado por un genio viven sujetas al poder de los encantadores doce hermosas doncellas moras.
La mañana de San Juan, después de pasear descalzas sobre la rosada que perfuma la alfombra verdina del prado tendida desde la fuente hasta la playa, se van a la orilla del mar, y allí danzan al son de las olas, dando al viento sus velos de oro, que flotan alrededor de sus cuerpos flexibles, en forma de niebla luminosa.
Las encantadas dirigen la vista hacia el horizonte azul, para ver si se acerca a la playa una embarcación con el hombre que ha de liberarlas. Una mañana de San Juan, cuando las vírgenes moras retornaban a su palacio, saltando a la comba con sus velos sutiles, vieron que llegaba a la playa una lancha tripulada por un arrogante pescador. Se le acercó una de las moras y le dijo: Si quieres ser rico y poderoso, el año que viene, la víspera de San Juan, al dar las doce de la noche, te presentas con doce panecillos de cuatro picos, al pie de la fuente Cambroña y dirás: Can Cambroña; toma el pan que te entrega tu señora, lo demás corre de nuestra cuenta.
Al año siguiente se presentó el pescador a la vista de la playa, y mientras se acercaba la hora convenida soltó los remos y dejó a la lancha juguetear libremente sobre las olas. Cuando mas abstraído estaba pensando en el poco tiempo que le faltaba para ser rico, vio que un pez enorme se dirigía hacia su embarcación, y para ahuyentarle, tomó un panecillo, le quitó un pico y se lo arrojó al pez, el cual desapareció debajo del agua.......
Llegó el pescador al pie de la fuente y al dar las doce de la noche dijo: Can Cambroña; toma el pan que te entrega tu señora.
Se rompió el cristal de la fuente y por entre burbujas de plata, que brillaban al claror de la luna, salió una encantada, agitó su cuerpo un suave temblor y cayeron a sus pies, produciendo armónico sonido, gran cantidad de perlas y brillantes.
En cuanto la mora tomó el panecillo, le acercó sus labios, le dió un beso y se convirtió en un hermoso caballo blanco. Según iba el pescador repitiendo la fórmula convenida, iban saliendo las moras de la fuente y depositando a sus pies montones de riqueza.
Ya estaban todas a caballo, en disposición de huir en cuanto saliera la última encantada; pero al faltarle un pico al panecillo, le faltó un pie al caballo, motivo por el cual no pudieron marchar. Entonces recogieron sus riquezas y se volvieron al fondeo de la fuente, maldiciendo a los encantadores por haber sido culpables de la aparición del pez.
Y el pescador, lleno de tristeza, tomó su lancha, remó con fuerza y fue a tender las redes mas allá del horizonte.
Aurelio de Llano Roza de Ampudia.
Una última mirada y ni rastro de los tesoros, a ver si el niño nos deja algo.
Es la hora,
a ritmo vespino regresamos hacia Gijón, pero antes una parada mas que aún no son Las tres.
a ritmo vespino regresamos hacia Gijón, pero antes una parada mas que aún no son Las tres.
Iglesia de Santa María de Sábada, barroco neoclásico, Siglo XVIII.
En su interior se monta todos los años un Belén con historia,
una pena está cerrada, volveremos en otra ocasión a verlo.
Una vuelta por los alrededores
y bajamos al puerto que es temprano, aún no son las tres en Lastres.
Anclados
¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!
Rafael Alberti.
Cañón naval de pequeño calibre siglo XVIII.
Cañón naval de ordenanza S. XVIII.
Seguimos camino hasta el faro de Lastres
de 15 metros de altura, situado en la aldea de Luces, es famoso por las escenas de la serie de televisión Doctor Mateo.
El Faro
Se pierde en la lejanía
la vista en el horizonte.
Pero la luz de este guía
nos lo acerca en su remonte.
Con sus ráfagas de luz
caminos abre en la mar
y evita con su virtud
a los barcos naufragar.
Y que adorable rincón
bajo las nubes del cielo.
Él te invita a la oración.
Él colma todo tu anhelo.
Es el retiro del alma
cual suspiro de pasión.
Es el remanso, la calma,
es dar vida a una ilusión.
¿Qué nos dice este rincón?
Un recuerdo de la gloria
de este grande galardón,
que aún perdura haciendo historia.
Es el faro, a la sazón,
fiel guía del marinero.
El lugar, es un balcón
para solaz del viajero.
César Carús Arnáiz.
El faro nos guía y llegamos a las tres de Lastres a gijón,
no como el pescador que se fue de vacío nosotros con la saca llena.
Saludos.
Mira que era tonto el pescador.. en lugar de volver al año siguiente .. vamos vamos..
ResponderEliminarEl Belén muy guapo que me llevaron a mi ayer unos amigos :)
Abrazotes.
Debía ser del pueblo aquel donde paramos: ¿el perro lo lleváis en la moto?. Coimes haber avisado oh que tengo yo ganas de verlo, que casualidades casi un año después. Un abrazo.
EliminarPues si, llega el tiempo de salir hasta Las_Tres. Estupendo ese calendario tuyo con las hojas revueltas por el viento y vueltas a ordenar en una noche sin luna y con candil fenecido.
ResponderEliminarAbarazos.
Casi es mejor salir a partir de Lastres y regresar antes de las Sietes. Espera que meta alguna del 2013, 2015, 2012 y 2014 todo revuelto con las del 2016.Embarazos.
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