Cuando Dani me dijo que si quería ir a Pechón, no me lo pensé ni un segundo, y es que a mi me destetaron muy pronto y como también me dejó marcado Afrodita A, eso de ver pechos fuera me llama. Cuando llegamos al punto de reunión me dijo qué Pechón era un pueblo de Cantabria, como ya estábamos allí vamos igual, que le vamos a hacer, a la ruta también vienen Alejandra, Slow, la de las collejas, Ignacio y Raúl.
El rejón no viene, pero se de que va.
Paramos en la playa de San Antolín.
En un instante se funden agua, tierra y aire
en un ave,
a bordo los que salvan y alimentan esperanzas.
Dejamos atrás anclado el sueño de rodar entre nubes,
perdemos a Raúl y llegamos al aparcamiento de Pechón.
Alli está el monumento en memoria de Jesús de Castro González, portero del Sporting de Gijón y hermano de Quini,
el 26 de julio de 1993 falleció ahogado, después de salvar la vida de dos niños que estaban a punto de ahogarse en el mar.
Largas son las sombras, y larga sea la memoria de este Ángel salvador.
Solo pueden circular los residentes y los que van a ver culos, manda narices.
Seguimos la senda y asomamos
El ángel guardián
Es verdad, no es un cuento;
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.
Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad.)
Él tiene cuerpo, manos y pies de alas
y las seis alas vuelan o resbalan,
las seis te llevan de su aire batido
y lo mismo te llevan de dormido.
Hace más dulce la pulpa madura
que entre tus labios golosos estrujas;
rompe a la nuez su taimada envoltura
y es quien te libra de gnomos y brujas
Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.
Y aunque camine contigo apareado,
como la guinda y la guinda bermeja,
cuando su seña te pone el pecado
recoge tu alma y el cuerpo te deja.
Es verdad, no es un cuento:
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.
Gabriela Mistral
La torre (castillo) de Rudi es una atalaya de propiedad particular, fue construida en los años 70 por un alemán afincado en la localidad de Pechón.
fue escenario del rodaje de la película francesa “Plonger” (Inmersión),
Y aquí estamos también, inmersos en la contemplación,
no podemos ir mas allá del otro lado del puente,
hay dos letreros, uno que avisa de que es propiedad particular y otro que pone que hay perros sueltos,
y como no somos ocupas ponemos rumbo a fisgar,
y como no somos ocupas ponemos rumbo a fisgar,
Esta está mas resguardada.
Paramos en el Mirador de Tina Menor,
mientras esperamos a Trasgu, que está haciendo una incursión de las suyas, le damos caña a este, que si buenas tardes, que si pican, que si....., Oiga yo voy a pescar porque los pescados no hablan.
Pues nada majo ahí te quedas.
Nos asomamos a la Playa de Pechón o Amió que está con marea alta
Ningún pescador de caña ni molinero de viento necesitan escribano para hacer testamento.
Recuperamos a Ignacio y regresamos a casa, de nuevo con las "nasas" llenas.
Saludos.
Curioso lugar. Un saludo.
ResponderEliminarMuy guapo el sitio y los alrededores Sera, Saludos.
EliminarHay que ver las cosas que descubres.. haciendo inmersión ;)
ResponderEliminarEsos fríos que pasamos a veces merecen la pena :) Ánimo que ya terminas el 2015.
Abrazotes.
Ya sabes, haciendo buceo en Tenerife se ven pececillos por abajo y pezoncillos por arriba. Me va a dar tiempo a sacar adelante el 2016 porque como el 17 está casi en blanco. Abrazos.
EliminarEn Pechòn muchas me descUbres otras sabía y otras me lo temía .
ResponderEliminarAbarazos
En Pechón con un día de calor tetorras, timorato. Abrazos sujetados.
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